No esperes el momento perfecto, hazlo perfecto
Verónica Rodríguez, 33 años, nunca tuvo claro si quería ser madre. “Lo veía como algo muy lejano”, dice. “Suponía que cuando llegara el momento sabría qué hacer”. Más tarde, esta diseñadora gráfica de Valladolid conoció a su marido, Álex Izquierdo, 37 años, músico. Se casaron en octubre pasado y decidieron que la paternidad no era para ellos. “No me veo capaz del compromiso que supone cuidar a un niño y no me apetece hacer los cambios que serían necesarios para cambiar de vida”, dice Rodríguez. «Eso sí, todo el mundo nos lo pregunta continuamente: ¿Y los niños, para cuándo?».
Entre un 25% y un 30% de las mujeres nacidas en la segunda mitad de los 70 (las que ahora tienen entre 35 y 40 años) no tendrá hijos. “Será la generación más infecunda en los últimos 130 años, período para el cual disponemos de datos”, dice Albert Esteve, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona, director del estudio La infecundidad en España: tic-tac, tic-tac, tic-tac!!!. Hay varias causas tras el descenso de la maternidad. Un 2% se debe a las parejas infértiles. Un 5% responde a las mujeres o parejas que deciden no tener hijos, como Rodríguez e Izquierdo. El resto, hay que achacarlo al retraso de la edad de la primera maternidad y a las condiciones económicas y conyugales.
Hay que remontarse a las generaciones nacidas antes de 1922 para encontrar una infecundidad equiparable. «Entonces se debía a la soltería definitiva», reflexiona Esteve. «Aquellas mujeres que no se llegaron a casar suponían alrededor de un 20% de la población. Si no había acceso al matrimonio tampoco lo había a los hijos». Después la curva muestra un aumento exponencial en el porcentaje de mujeres sin hijos. Esteve y su equipo han hecho una proyección que prevé, para las nacidas en 1976 (con 39 años), que un 29% no tendrá descendencia cuando cumplan los 45 años, edad a partir de la cual se considera que es residual el número de mujeres que alcanza la maternidad. Después hay una caída que responde al aumento de la inmigración habido en España a partir de 2000.
Actualmente, España encabeza el retraso de la maternidad en Europa, siendo la edad a la que se tiene el primer hijo la más elevada del mundo. Ahora las mujeres se estrenan como madres a los 30 años y medio, frente a los 26 de 1970. «Y por cada año adicional que retrasamos el primer hijo acumulamos un 2% de mujeres que se van a quedar sin hijos al final», concluye Esteve.
Entre las causas de la caída de la maternidad, Esteve aventura varias: «Las mujeres que no reúnen las condiciones económicas para tener hijos y las que esperan a una pareja estable para serlo. Y luego, a partir de los 35, que para algunas es demasiado tarde». «No deberíamos permitirnos como sociedad que haya gente queriendo tener hijos y no pueda hacerlo», reflexiona el demógrafo. «Deberíamos hacer algo para ayudar a hacer realidad sus sueños reproductivos, aportar más recursos para aumentar la maternidad habilitando, por ejemplo, guarderías gratuitas».
«Si en los años 80, el umbral de la normalidad se situaba en la producción media de 60 millones de espermatozoides por milímetro, un 60% de ellos con óptimo movimiento, actualmente la media es de 15 millones, con tan solo un 30% de motilidad activa, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citados por el doctor Rafael Bernabeu, director médico del Instituto Bernabeu especializado en medicina reproductiva con sede en Alicante.»
Pero las causas de esta disminución no están definidas, aunque sí existen evidencias científicas sobre la relación directa entre el deterioro de la calidad seminal y la exposición a productos químicos.
“Se trata de una constelación de sustancias que entre ellas interactúan. Puede que se potencien, que se anulen, que se compensen…depende de cada individuo, de los genes. Lo que se ha visto es que esas sustancias actúan sobre la epigenética, es decir, modulan la expresión de los genes y hacen que se expresen o se inhiban dando a su vez una ramificación de posibilidades que hace muy difícil establecer una causa-efecto”, apunta el experto.
El contacto con estas sustancias tóxicas se produce a lo largo de toda de la vida y, cuando la persona se plantea tener un hijo, “es cuando aflora un problema que se creó cuando era un feto gestado por su madre”.
«Algunos pesticidas que años atrás se utilizaron de forma habitual, como el DDT, presentan una estructura química muy similar a las hormonas humanas y el organismo se confunde y las reconoce como falsas hormonas, lo que afecta, en la gestación, al desarrollo del tejido testicular o al ovárico. “Y ahí es donde está el problema”, comenta el médico.»
Si ahora estamos viendo problemas de fertilidad generada, en muchos casos, por diversos factores que confluyen desde la gestación…. ¿Qué problemas de fertilidad pueden sufrir en un futuro los niños de ahora? “No tengo una repuesta clara lo que sí es cierto es que las autoridades de algunos países han prohibido ciertas sustancias que claramente han demostrado la toxicidad”, señala el ginecólogo.
El médico cita como ejemplo la prohibición de la UE a finales de los años 90 de algunas hormonas utilizadas para el engorde acelerado de ganado, las mismas que hoy en día siguen vigentes en Estados Unidos o en Canadá. “La pregunta es: ¿de dónde viene la carne de la hamburguesa que me como? La globalización también afecta al tránsito de sustancias de todo tipo. El problema es establecer una trazabilidad desde la producción hasta el consumo”.
La alimentación es uno de los factores clave en la salud y en la fertilidad. Pero no solo es necesario consumir una dieta equilibrada, también es fundamental que esos alimentos no estén contaminados con productos tóxicos, algo que lamentablemente no depende de cada uno de nosotros.
“O son alimentos contaminados o son los vehículos que transportan las sustancias nocivas”, señala el doctor Bernabeu. Y pone como ejemplo de nuevo el caso de la carne de animales que han sido alimentados “con hormonas que han modificado su metabolismo y que el animal no puede metabolizar. Cuando nosotros ingerimos esa carne tampoco tenemos la capacidad de metabolizar esas hormonas, esas sustancias tóxicas”.
El hombre, que se encuentra en la cúspide de la pirámide alimentaria, es el último receptor de productos químicos que han estado presentes en las industrias agroalimentaria, agropecuaria, en el animal…”Y estamos concentrando todos los productos tóxicos que han ido pasando escalón por escalón de la pirámide”, manifiesta el experto.
Estar sometido a los productos tóxicos muchas veces no depende de uno mismo. Pero sí añadir a esta circunstancia otros factores de riesgo como el tabaco, el estrés, las drogas o una nutrición deficitaria.
«La alimentación puede influir en el estrés oxidativo y se ha visto que ciertos hábitos alimenticios pueden disminuirlo y mejorar la función seminal.»
El doctor Bernabeu explica que es habitual el tratamiento con antioxidantes para varones que busquen ser padres y cuya calidad de semen esté en el límite. “Podemos modular con la alimentación algunos de los efectos nocivos, pero no se le puede pedir que solucione problemas genéticos o epigenéticos”.
El consumo de drogas, como el cannabis, también afecta a la calidad del semen. Científicamente está demostrado que afecta a la movilidad del espermatozoide y también influye en el proceso en el que intenta traspasar la superficie del ovocito para iniciar el proceso de fecundación.
La infertilidad afecta a hombres y mujeres, todos somos vulnerables, “pero quizá más la mujer ya que forma sus ovocitos o células fértiles desde el tercer al quinto mes de embarazo de sus madres, a partir de ese momento el ovario pierde de forma inexorable la capacidad de nueva producción”.
También actualmente hay una producción ovárica más reducida en el tiempo, por lo que su periodo fértil se acorta y la tasa de aborto sube. La baja reserva ovárica se convierte el principal motivo de esterilidad femenina.
En el Instituto Bernabeu, el 60% de los tratamientos se deben a causas mixtas del hombre y la mujer. En los últimos 5 años, de un total aproximado de 5.000 tratamientos de reproducción asistida, se ha incrementado el porcentaje de tratamientos por causas masculinas, de un 60% a un 77%.
Hace 35 años, cuando se inició la técnica de fecundación in vitro, la principal causa se debía a la infertilidad de la mujer por obstrucción de las trompas de Falopio, lugar donde se produce la fecundación del ovocito por el espermatozoide. “Pero hoy en día, la mayor parte de los casos esta técnica se hace por causa masculina y, en concreto por la calidad del semen”, apunta el director del Instituto Bernabeu.
“Recuerdo que en 1985, cuando organicé el primer banco de semen, lo fácil que era encontrar donantes, casi todos los jóvenes cumplían los requisitos, pero hoy en día se puede decir que de cada diez aceptamos a uno y eso que hemos bajado un poco el nivel”, apunta el doctor.
MADRID/EFE/ANA SOTERAS JUEVES 03.04.2014
El 40% de los problemas de fertilidad son de origen masculino. Entre las causas generales de la infertilidad masculina, se incluyen la baja calidad seminal y los problemas de eyaculación.
Al contrario de lo que ocurre en las mujeres, los problemas hormonales son menos frecuentes en los hombres, y en caso de que ocurran suelen indicar una anomalía en la producción de espermatozoides.
Es por ello que el primer examen que se lleva a cabo en los varones es el análisis del semen mediante un seminograma, de forma que si éste presenta alteraciones el especialista puede solicitar exámenes complementarios, como el análisis hormonal o la biopsia testicular.
La biopsia testicular está indicada cuando en el seminograma del paciente se observan determinadas alteraciones en los espermatozoides o no se observan espermatozoides en el eyaculado, siempre y cuando se haya descartado una posible eyaculación retrógrada o la obstrucción del canal deferente.
La biopsia testicular se indica en caso de que haya que realizar uno de estos dos estudios:
El estudio histológico se lleva a cabo en casos en los que en el eyaculado la concentración de espermatozoides sea baja (oligozoospermia) o si no hay espermatozoides en el eyaculado (azoospermia).
En cambio, el estudio de la meiosis se realiza en casos de abortos de repetición o bajamovilidad espermática (astenozoospermia).
Gracias a esta prueba quirúrgica es posible determinar si la espermatogénesis o producción de espermatozoides está funcionando de forma normal en el testículo.
Así, esta técnica permite revelar la existencia de una patología de tipo obstructivo (si el conducto por el que salen los espermatozoides está bloqueado) o de una patología secretora.
En caso de que no se encuentren espermatozoides en el testículo se tratará de una patología secretora, es decir, la producción de espermatozoides no existe o los espermatozoides no acaban su proceso madurativo.
Además de para finalidad diagnóstica, la biopsia testicular también se utiliza pararecuperar espermatozoides directamente del testículo. Esto se realiza cuando éstos no se encuentran en el eyaculado.
Con este procedimiento se pretende obtener espermatozoides para congelar y/o utilizar posteriormente en un tratamientos de fertilidad de microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), con la finalidad de lograr un embarazo.
El procedimiento quirúrgico de una biopsia testicular se realiza con anestesia local y dura de 15 a 20 minutos aproximadamente. El proceso consiste en extraer pequeños fragmentos del testículo para evaluarlos mediante un análisis microscópico en busca de espermatozoides.
Como en todo procedimiento quirúrgico, en un pequeño porcentaje de pacientes pueden surgir complicaciones. Generalmente son menores, como sangrado, dolor, inflación o infección de la herida, que requerirán un tratamiento adecuado.
Una alternativa a la biopsia testicular es realizar una punción testicular. En este caso, se extrae una porción de tejido testicular mediante una aguja, sin necesidad de realizar incisión, y se observa al microscopio para ver si hay o no espermatozoides.
La punción testicular no siempre está recomendada, puesto que se extrae una menor cantidad de tejido testicular y puede que no sea suficiente para poder dar un diagnóstico con precisión o la cantidad de espermatozoides recuperados puede no ser suficiente.
Cristina Mestre Ferrer
Especialista en Reproducción Humana Asistida
Actualizado: 14/04/2016
En reproduccionasistida.org
Uno de los grandes temas que se suelen tocar en los consultorios de los obstetras y de los ginecólogos es el de la infertilidad. Todos los días muchas mujeres concurren alarmadas a los consultorios médicos para obtener un poco de información al respecto.
Por eso, decidí explorar cuáles son las 4 preguntas acerca de la infertilidad que suelen realizarse y sus respectivas respuestas.
¿ Cuáles son los signos de la mujer es infértil?
Trastornos visuales y/o dolores de cabeza
Crecimiento excesivo de pelo
hiperactividad
Problemas de tiroides
Aumento anormal de peso
fatiga
Períodos irregulares
¿ la píldora puede ser la responsable?
No es probable que esta sea una de las principales causas de la infertilidad. A este respecto, el doctor Shahin Gadir, un profesor clínico asistente de la UCLA y de la USC afirma que: “No hay estudios y nunca se han confirmado los efectos del control de la natalidad en la fertilidad a largo plazo”.
Además, en la actualidad, si bien puede ser que exista algunas mujeres que no sean afines al uso de la píldora, la gran mayoría puede tomarla con total tranquilidad porque gracias a los adelantos en cuestiones médicas casi no presentan efectos secundarios adversos y constituyen uno de los métodos anticonceptivos más eficientes.
¿ Cómo se puede cuidar la fertilidad?
Una de los factores indispensables para prevenir la infertilidad es usar protección al momento de mantener relaciones sexuales. Si no tienes una pareja estable, esta medida es indispensable para evitar el contagio de diferentes ETS que puedan provocar infertilidad.
Además, para preservar tu fertilidad, deberías realizarte controles ginecológicos y adoptar una dieta equilibrada y nutritiva.
¿Qué medidas tomar?
Si te preocupa ser infértil en un futuro, puedes pedir que el especialista te haga una prueba antimulleriana o AMH que supone un análisis de sangre y es un indicador de la reserva de los óvulos del ovario.
También puedes intentar con otras pruebas útiles que incluyen las hormonas sexuales, las hormonas luteinizantes y el estradiol. Ten en cuenta que en edades tempranas no se hace necesario realizar tales estudios.
Alimentos que reducen la fertilidad femenina: aceite parcialmente hidrogenado
Este es uno de ellos, lee en la etiqueta del producto que desees comprar y si se encuentra dentro de sus ingredientes, mejor opta por otro más saludable, ya que quiere decir que contiene “grasas trans”.
Margarina
Aunque mucha gente no conoce la diferencia, te animo a que consumas mantequilla orgánica en su lugar, es más sana ya que la margarina se compone de sustancias químicas y aceites poco saludables.
«La calidad del semen ha disminuido, sobre todo en los países civilizados»
Especialistas del área de esterilidad del hospital de Sant Joan de Alicante incluyen entre los factores que provocan los problemas de fertilidad los efectos de la actual situación económica.
Según un comunicado de la Conselleria de Sanidad, el denominado estrés laboral y económico o las preocupaciones de la vida cotidiana tienen efectos para la capacidad reproductiva tanto en el hombre como en la mujer.
Para la experta Irene Velasco, «la calidad del semen ha disminuido a lo largo de los últimos años a nivel mundial sobre todo en los países civilizados» debido principalmente «al ritmo y calidad de vida».
También está comprobado que influye el medio ambiente ya que en zonas industrializadas la calidad del semen es peor.
La consulta de esterilidad del hospital alicantino ha experimentado en los últimos cinco años un importante aumento de la demanda, pasando de 26 parejas que acudieron a esta consulta en 2007 a 109.
En el caso de las inseminaciones artificiales ha habido un aumento del 256 por ciento en el mismo periodo, al realizarse el pasado año 171 frente a las 48 de 2007.
Además de los problemas derivados de la situación económica, hay otras causas, como puede ser el retraso en la edad de maternidad.
La media de las pacientes atendidas en la actualidad supera los 33 años y se da la circunstancia de que la edad es un factor «limitante» a la hora de tener hijos, especialmente en la mujer, ya que la calidad de los ovocitos disminuye, según otra de las especialistas, Maribel Acién.
Una de las causas del aumento de la demanda en esta especialidad hospitalaria es que la actitud ante los problemas de fertilidad está cambiando, al dejarse atrás el falso mito de que la culpable de no tener hijos es siempre la mujer.
Entre otras pruebas, en el laboratorio de andrología de Sant Joan se realizan análisis diagnósticos de semen (seminogramas o espermiogramas), que miden parámetros como la movilidad, la concentración y la morfología de los espermatozoides.
Durante 2012 se han realizado más de 170 seminogramas, aproximadamente 50 más que en 2011 y 117 más que en 2007.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1694197/0/problemas-economicos/afectar/fertilidad/#xtor=AD-15&xts=467263
El uso de teléfonos móviles durante más de una hora al día duplica el riesgo de que la calidad del esperma se reduzca a niveles ínfimos para la procreación, según revelan los datos de un estudio realizado por expertos israelíes.
La investigación, elaborada por un equipo del Centro Médico Carmel y el Technion de Haifa (norte del país), y publicada esta semana por la revista científica digital Reproductive BioMedicine Online, pone el acento en la temida conexión que se pensaba existe entre la infertilidad masculina y la prevalencia del uso de teléfonos.
La infertilidad masculina constituye del 30 al 40% de los casos en los que una pareja no puede procrear. Algunos estudios han mostrado un continuo declive en la calidad del semen desde comienzos del siglo XX, siendo uno de los supuestos analizados el impacto de la radiación de frecuencia electromagnética emitida por los teléfonos móviles.
Los investigadores, liderados por el doctor Ariel Zilbertlicht del Centro Médico Carmel, estudiaron la relación entre las características del empleo del celular y la calidad del semen. Y para ello analizaron las referencias de 106 hombres mediante el acceso a datos demográficos y cómo empleaban el teléfono, así como la calidad de su esperma.
Los resultados revelan que la calidad del semen se redujo a niveles que podían causar infertilidad entre los hombres que suelen llevar sus celulares a medio metro o a menos distancia de la ingle.
Asimismo, el 47 por ciento de aquellos que guardaban el móvil en los bolsillos de sus pantalones a lo largo del día reportaron los mismos niveles anormalmente bajos de concentración de semen tiene sólo el 11 de la población masculina en general.
Otro factor que influye en la concentración del esperma es hablar por el teléfono móvil durante más de una hora al día o hacerlo mientras se carga la batería del aparato, lo que duplica según el estudio el riesgo de baja concentración de semen.
Los científicos introdujeron una variable adicional y llegaron a la conclusión de quehablar mientras se carga el celular y se fuma contribuían drásticamente a la mala calidad del esperma.
«A la luz de los resultados del estudio ciertamente se recomienda (a los hombres) que reduzcan la duración de las conversaciones y eviten portar el aparato cerca de la ingle, dormir junto a él, o hablar cuando se está cargando y emplear auriculares todo lo posible», señaló Zilberlicht al Canal 2 de la televisión local.
Los investigadores apuntan como conclusión que ciertos aspectos del uso de los celulares podrían provocar efectos adversos en la concentración del esperma y que seríanecesario investigar en estudios de mayor envergadura el daño que este tipo de radiación puede causar a la fertilidad masculina.
EFE | Madrid | Actualizado el 03/02/2016 a las 13:33 horas
«Es normal tener una tremenda sensación de pérdida o sentirse estresada, triste o abrumada», dice Marosek. «No te castigues por sentirte de esta manera». Hacer frente a tus emociones y aceptarlas puede ayudarte a superarlas.
No te culpes a ti misma. Resiste la tentación de enojarte contigo misma o de escuchar la pequeña voz en tu cabeza que te dice: «No debería haber esperado; esto me pasa por haber abortado; debería haber adelgazado más o haber cuidado más mi salud; no debería haber dado por hecho que tendría niños cuando quisiera», o cualquier otro pensamiento negativo que puedas tener.
La gente puede verse atrapada en un círculo de pensamientos negativos que sólo sirven para empeorar las cosas, comenta Yakov M. Epstein, psicólogo de la Rutgers University y coautor de Getting Pregnant When You Thought You Couldn’t (Quedar embarazada cuando pensabas que no podías): «En lugar de culparte de una y mil cosas, mira hacia delante y piensa en cómo van a manejar la situación.»
Si comienzas a sentir cosas tales como «debería haber hecho esto» o «podría haber hecho aquello», recuerda que el problema de fertilidad que tienes no es culpa tuya. Incluso si pudiste haber tomado decisiones diferentes, eso ya quedó atrás. Concéntrate ahora en tu futuro.
Trabaja en equipo con tu pareja. Ambos deben ayudarse mutuamente durante este tiempo (y no echarse nunca la culpa por las dificultades para poder concebir).
Esto no significa que ambos deban necesariamente sentir lo mismo, al mismo tiempo. (Precisamente el hecho de que cada uno vive esta situación y la expresa de forma distinta suele ser una de las dificultades más comunes para las parejas con problemas de fertilidad.) Significa que debes prestar atención a la situación que está atravesando tu pareja. «Si se están cuidando emocionalmente el uno al otro, podrán luchar juntos contra el problema», dice Marosek.
Trabajen juntos para encontrar maneras prácticas de compartir la carga. Si están haciendo un tratamiento, tu pareja puede hacerse cargo de los papeles del seguro. O si necesita terapia inyectada, tú puedes ponerle las inyecciones.
Infórmate. Lee todo lo que puedas acerca de los problemas de fertilidad, pregúntale tus dudas al médico y conversa con otras parejas que estén en tu misma situación.
Mantenerse informado es especialmente importante cuando estás haciendo frente a un problema de fertilidad porque las tecnologías que hay detrás de los tratamientos son complicadas y cambian rápidamente. «Tienes que entender qué está sucediendo desde el punto de vista médico», explica Epstein, «o no estarás en condiciones de tomar decisiones bien fundadas».
Consulta nuestra guía de recursos donde podrás acceder a un listado de libros, sitios web y organizaciones que podrán serte de utilidad.
Fija límites acerca de cuánto tiempo estás dispuesta a intentar quedar embarazada. Algunas parejas deciden desde un principio que no tomarán medidas extremas para tener un bebé. Otras invierten años y miles de dólares agotando todas las opciones de tratamiento.
Nadie puede decirte cuándo debes dejar de intentar concebir: esa es una decisión que necesitas tomar con tu pareja y tu médico. Sin embargo, sentirás que tienes más control sobre tu vida si comienzas a pensar con anticipación hasta dónde estás dispuesta a llegar para quedar embarazada.
Comienza por analizar qué posibilidades tienes desde el punto de vista médico de quedar embarazada, decidir qué tratamientos no estás dispuesta a intentar y plantearte cuál es tu meta final.
Decide cuánto estás dispuesta a pagar. El precio de una Fecundación In Vitro (FIV) en los Estados Unidos está alrededor de los $12.400 por ciclo. Por eso es lógico que muchas parejas se sientan ansiosas y preocupadas por el costo económico de los tratamientos, especialmente porque las mujeres necesitan en general pasar por varios ciclos antes de quedar embarazadas.
Para combatir la ansiedad causada por los altos costos del tratamiento, siéntate con tu pareja y preparen un plan financiero. Comiencen con el seguro: analicen qué cubre exactamente y qué no cubre. Si cubre parte o todos los tratamientos, decidan quién de ustedes llevará el control de la documentación y negociará con la compañía de seguros.
Luego analicen todos sus recursos y determinen cuánto pueden gastar y en qué tratamientos.«Siempre hay que tener un plan B», dice Alice Domar, psicóloga y profesora adjunta de obstetricia, ginecología y biología reproductiva en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, quien se especializa en ayudar a parejas con problemas de fertilidad. «Porque nada, especialmente en lo referente a problemas de fertilidad, es 100% seguro».
Busca el apoyo de profesionales y otras parejas con problemas de fertilidad. La sociedad no suele reconocer el dolor que causa la Infertilidad, motivo por el cual las personas que no pueden tener hijos tienden a ocultar su sufrimiento, lo que sólo sirve para aumentar los sentimientos de vergüenza y aislamiento.
«Vincularte con otra gente que esté pasando por lo mismo puede ayudarte a que te des cuenta de que los problemas de fertilidad abundan y que tu decepción es comprensible», dice Linda Klempner, psicóloga clínica y especialista en salud mental en Women’s Health Counseling and Psychotherapy (Asesoramiento en salud y psicoterapia para la mujer), Teaneck, Nueva Jersey.
Establece contactos con otras parejas a través de nuestro foro Buscando un bebé.
Di simplemente no a las actividades que giran en torno a bebés. Cuando ciertas reuniones o fiestas te resulten demasiado dolorosas, por ejemplo, si te invitan a un baby shower, quizás debes considerar no asistir o, por lo menos, permitirte llorar tanto como te haga falta después de asistir. Protégete a ti misma mientras haces el tratamiento.
Para evitar herir susceptibilidades, podrías enviar un regalo. Puedes elegir libros para niños o un cupón de regalo en línea, y de esta manera te ahorrarás un viaje problemático a la jueguetería o a la tienda de ropita de bebés.
Intenta un equilibrio entre el optimismo y el realismo. «Es necesario que seas optimista para poder hacer un tratamiento», dice Epstein, «pero si te haces demasiadas ilusiones y si tus esperanzas no son realistas, puedes sufrir una enorme decepción». Si te mantienes al día respecto a la tecnología y a tu diagnóstico, podrás estar bien informada acerca de cuáles son las posibilidades de éxito con cada tratamiento.
La cantidad de tecnologías médicas disponibles hoy en día hace que muchas parejas sigan intentando concebir mes tras mes, y año tras año. Pero alrededor de un tercio de las parejas tratadas por problemas de fertilidad no logran tener un hijo biológico, y por lo general deben aceptar esa realidad para poder seguir adelante con sus vidas. Ser realista puede ayudarte a tomar decisiones a medida que atraviesas el campo minado de emociones que crea el tratamiento.
Cuídate buscando nuevos intereses. Hacer un tratamiento de fertilidad puede parecerse a un trabajo de jornada completa, o al menos de media jornada. Por eso es importante que continúes disfrutando de algunas de las actividades o pasatiempos que te gusten.
«No será fácil» dice Marosek, «especialmente si te estás haciendo por ejemplo análisis de sangre día por medio, pero trata de buscar maneras de cuidarte».
Puedes salir a dar paseos al aire libre, escuchar tu música favorita, apuntarte a una clase de baile o mimarte con una manicura. Busca cualquier cosa que te ayude a no estar tan pendiente del tratamiento de fertilidad.
Y recuerda que la risa es una de las mejores curas. Mira una película cómica, ve a un espectáculo cómico y vuelve a leer tu novela cómica favorit